Los canastos de pan y las charolas que desaparecían

Candy Belen

Teníamos una compañera llamada Blanca Garza (QEPD). Ella era soltera y vivía con su mamá a unas cuadras de mi casa. En ese tiempo, yo vivía en la casa de la esquina de Padre Mier y Francisco Javier Mina en el Barrio Antiguo.

En esa época, cada mesera ponía el pan en los canastos que necesitaba para las mesas que estaba atendiendo. Yo notaba que cuando preparaba mis canasto de pan y volteaba a servir una bebida, mis canastos desaparecían de la charola. Incluso, desaparecían las sopas ya servidas y nunca me di cuenta quién se los llevaba.

Cierto día, al medio día, yo estaba atendiendo una mesa y puse el canasto de pan y la mantequilla para los clientes. Y en eso llega Blanca y les quitó a mis clientes el canasto de pan diciendo: “Es mi canasto”.
Me dió tanta pena y le pedí disculpas a los clientes y fuí a preparar otro canasto de pan.

Luego me di cuenta que yo no era la única a la que se le desaparecían los canastos y charolas en plena cocina. Comprendí a Blanca y nunca me enojé con ella. Aquí una foto de Blanca Garza y yo, con nuestro uniforme de Sanborns.

Blanca Garza y Belen Arizpe Sanborns
Blanca Garza y Belen Arizpe meseras de Sanborns

2 thoughts on “Los canastos de pan y las charolas que desaparecían

    1. Yo entendi que fue porque “alguien” (que no sabian quien) desaparecia los canastos y por eso no se enojaban, osea no era entre ellas 🙂

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